
Después de haber mantenido una misma discusión varias veces en distintas circunstancias y debido a mi, digamos, exilio en mi pequeña ciudad natal, me he decidido a retomar el blog.
Durante mucho tiempo la humanidad se ha dedicado a competir y no siempre deportivamente. Si nos ponemos a hablar sobre maneras de pensar, sin complicarnos, dejando corrientes filosóficas y grandes pensadores y mirando más a la calle, sin dudarlo, la más extendida es el chovinismo. Lo mío es lo mejor. Mi pueblo, mi gente, mi… Pero cómo las modas eso va y viene y según determinados factores (situación política, económica, población/región) eso va variando. Centrémonos pues en EEUU a finales de los años 20 – inicio de los 30. Digamos… ¿Nueva York?
Por aquél entonces se construyeron, con apenas once meses de diferencia entre inauguración e inauguración los dos espectaculares edificios que veis en la foto, compitiendo, cómo era la moda por entonces, por el título de edificio más alto del mundo. Los habreis visto miles de veces, en series, películas, fotos, cuadros en blanco y negro… El Empire State Building y el Chrysler Building son, si cabe, los dos edificios más famosos de la ciudad de Nueva York. Pues bien, nos encontramos ante el hecho de que la mayoría de gente no sabe distinguirlos. ¿Cuál es cual?

El primero en construirse fue el Edificio Chrysler, diseñado por William Van Alen, es en la actualidad uno de los edificios símbolo de la ciudad. Su diseño fue enfocado, no sólo a las innovaciones arquitectónicas y artísticas de la época, sino que además, debía convertirse en el icono de la empresa Chrysler, mostrando su grandeza y poder, por lo que se caracterizó con tapacubos y tapas de radiadores en distintas zonas a lo alto del edificio. Se contruyó a una velocidad de cuatro pisos por semana para acabar compitiendo con el edificio 40 de Wall Street, al que le añadieron 61 centímetros reclamando el ya mencionado título del edificio más alto. Sin embargo, Van Alen tenía un as en la manga y añadió la aguja que hoy lo corona, construida en el interior del edificio y cuyo permiso consiguió en secreto, consiguiendo, así, el título de edificio más alto durante once meses.
En el solar del antiguo Waldorf-Astoria Hotel en el que al final del s. XIX se reunió la élite de New York City, el 1 de mayo de 1931 se ignauguraba, con el encendido de las luces desde Washington DC de mano del presidente Herbert Hoover, el Empire State Building, arrebatándole el título durante más de cuarenta años.
Todo sea dicho, que en la historia no todo son flores, obviamente, sobretodo cuando se compite por un título. En el caso del Chrysler no fue más que un malentendido o recelos mal fundados con beneficios para una de las partes. Cuando Van Alen, fue cobrar su 6% del precio total de la obra, el dueño del ambicioso encargo Walter Chrysler se negó, alegando que había cobrado bajo mano, comisiones de las constructoras implicadas en el proyecto. Tras sospechas, comisiones no demostradas y denuncia del arquitecto al propio Walter Chrysler, se llegó a un acuerdo que jamás se llegó a cumplir.

A pesar de la faceta oscura de los negocios, de lo que sí puede presumir el Edificio Chrysler es que fue construido sin ningún accidente mortal a lo largo del proceso, al contrario que en el Empire State en cuya construcción perdieron la vida cinco trabajadores. Hay que apuntar que no todos fueron accidentes, puesto que uno de ellos se suicidó tras haber sido despedido. Tampoco sería el único suicidio, desde que se habla del Empire State Building como edificio en obras o sin ellas, se han suicidado más de treinta personas, el último, la primavera de éste mismo año. Además del accidente de 1945 en el que un bombardero de estrelló contra el edificio cobrándose múltiples vidas.
Pero para que no todo sean tragedias, cabe añadir que en dicho accidente aéreo el ascensorista Betty Lou Oliver, ganó el Récord Guinness por haber sobrevivido a la caída más larga en ascensor de la historia, desde una altura de 75 pisos.
Además, en sus inicios, fue pensado cómo terminal para dirijibles, idea que se desechó tras varios intentos y algún incidente debido a la grandes características del edificio.
Con historia trájica o sin ella, ambos edificios son grandes obras arquitectónicas en sus disntintos estilos y se han convertido en símbolos de la ciudad de Nueva York y la arquitectura moderna, que, personalmente, me fascinan lo suficiente cómo para que una de mis mejores amigas me enviara una postal de la primera foto de la entrada con la palabra "obsessions" en el reverso. (El Chrysler Building es el de la izquierda y el Empire State Building, el de la derecha).
Por otro lado, y resuelta la duda de cuál es cuál, tengo que dar las gracias a quién fuera que me hiciera hablar de ellos por primera vez, ahora conozco su historia, su arquitectura, y, por sorpresa, que dos de los edificios más emblemáticos y conocidos del mundo son resultado de una competición tan absurda cómo la que puedan tener dos niños haciendo puntillas el uno frente al otro, intentando subir lo más arriba posible, con más o menos consecuencias desagradables.
Be HaPpy PeoPle~!! ^^
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