jueves, 30 de enero de 2014

La Navaja de Ockham

Estoy muy cansada estos días y aun así hoy me he acordado de algo que escuché hace tiempo y se me quedó.
La Navaja de Ockham, muchos como yo pensarán "un capítulo de House" pues sí, ahí aprendí el concepto basiquísimo. Bien por mi tendencia a retener más de cosas como novelas, televisivas o escritas que son más para entretener que para aprender, bien por mi permanente curiosidad por este tipo de cosas, por una etapa tonta o porque ese día no tenía nada más en que pensar, hace unos años, antes de empezar la universidad, en un capítulo de House escuché por primera vez el concepto de la Navaja de Ockham.

La cosa es que la semana pasada en una práctica del curso de adaptación a grado, con los de 4º de grado, un profesor nos dijo: "No os compliquéis, os complicáis demasiado. Pensad siempre, antes que nada, que lo más lógico es que sea lo que desde un principio aparenta ser, lo que es más sencillo que sea. Si al final lo descartamos, pensaremos en cosas más rebuscadas." Y pensé: mira, de forma inconsciente o no, la Navaja de Ockham. En ese momento, resolvimos el caso, diagnóstico, tratamiento, recomendaciones y fecha para la próxima visita. Comenté el caso con mis compañeros y ya está, no se me ocurrió ni volver a pensarlo.

Esta tarde, he decidido ponerme con una tarea como parte práctica a distancia para una asignatura del curso. La verdad es que era de las típicas de un diagnóstico en cada pie y, sin ser nada raro ni poco habitual, de los que se manejan muchos datos y hacía tiempo que no veía. Bueno, primero como valiente, sin apuntes me he hecho mi esquema de lo que podía ser, he coincidido a comentar con una compañera una cosa y ella también lo estaba haciendo, así que hemos empezado a comentar ambos casos. Al final tirando de apuntes hemos ido mirando cosas. En el primero a la primera, hemos dado con lo que era. En el segundo, cuando ya casi lo teníamos, han surgido expresiones en las que nos decíamos que era más sencillo, que eso pequeño, esa condición que ya teníamos desde el principio. De nuevo, la Navaja de Ockham.

A veces el cansancio, el pensar que las cosas son más difíciles de lo que son, las ganas del estudiante de encontrar nuevas cosas que estudiar y que ver con los ojos fuera de los apuntes, nos ciegan y por eso no la vemos, está ahí, la Navaja de Ockham, simplificándolo todo. Sólo hay que pararse y repasar los datos y pensar en lo más obvio, lo más sencillo y empezar desde ahí.

Y aquí acaba una pequeña reflexión que puede que en otro momento extienda un poco, mientras tanto...

Be HaPpy PeoPle~!!